19 de febrero de 2020
CLIENTE: DIRECCIÓN GENERAL DE CARRETERAS. MINISTERIO DE FOMENTO
PAÍS: ESPAÑA, Sevilla y Cádiz
El pasado 31 de diciembre de 2019 finalizó el plazo de la concesión administrativa que regula la gestión indirecta de la explotación de la autopista AP-4, en el tramo Sevilla – Cádiz. En consecuencia, según los preceptos de la normativa aplicable que regula el contrato de dicha concesión, la infraestructura viaria y todas sus instalaciones han pasado a ser competencia del MINISTERIO DE FOMENTO.
Se estima que la ejecución de este contrato podría empezar en el próximo mes de agosto de 2020. Así, a partir del 1 de enero, durante 7 meses, no hay posibilidad de atender la conservación y explotación de este tramo, así como mantener la vialidad, haciendo efectiva y segura la circulación por dicho itinerario existente. Es por esto, por lo que se declara de emergencia la actuación, adjudicándola a API MOVILIDAD (División de Conservación y Medio Ambiente).
La autopista AP-4 es la única vía de gran capacidad que conecta las provincias de Sevilla y Cádiz. La intensidad media diaria de circulación de la autopista AP-4, en torno a los 35.000 vehículos/día.
Los peajes actuales están instalados sobre unas playas en las que desembocan el tronco o los ramales de enlace, mediante unos ensanchamientos de la plataforma, en los que se pierden las marcas viales separadoras de los carriles.
Aunque el número de pasillos de entrada y salida supera al número de los carriles que llegan al peaje, y las barreras se mantengan levantadas, las dimensiones físicas de estos pasillos obligan a pasar por ellos a una velocidad máxima de 20 km/h, para no colisionar con las barreras de hormigón que confinan lateralmente estos pasillos. Además, el pronunciado trazado en alzado de los peajes tampoco permite el paso de los vehículos a velocidades elevadas, sin que se produzca una pérdida del contacto entre el pavimento y los neumáticos de los vehículos.
El esperable aumento de tráfico que supondrá el uso gratuito de la autopista, agotará la capacidad de estos pasillos en los peajes, produciendo retenciones que generarán un riesgo recurrente de accidentes por alcances. La salida de un tráfico importante a través de estos pasillos, incorporándose al tronco, o ramales de enlace, mediante un estrechamiento de la plataforma, sin marcas viales que guíen y regulen la preferencia de paso, generará puntos de conflicto en estas convergencias no ordenadas del tráfico, generando un riesgo recurrente de accidentes por colisiones laterales.
Además de los riesgos de accidente en los peajes, en condiciones de horas punta de tráfico, existe el riesgo de accidente en condiciones de horas valle. En períodos nocturnos el riesgo de accidentes estará relacionado con la diferencia de velocidades entre los tramos anteriores a los peajes y su paso por estos, a una velocidad de 20 km/h. El nivel de gravedad y lesividad de los accidentes por colisión frontal, o frontolateral contra las barreras de hormigón que delimitan los pasillos de los peajes, es muy alto.
La Demarcación de Carreteras en el Estado en Andalucía Occidental, ante la grave situación existente, estima necesario acometer de inmediato las siguientes actuaciones:
- Ayuda a la vialidad y mantenimiento ordinario: a los efectos de facilitar la circulación de vehículos en adecuadas condiciones de seguridad y fluidez se establece la necesidad de proporcionar una serie de servicios de ayuda a la vialidad, algunos de los cuales llevan asociado un consumo de materiales.
- Asistencia Técnica para Proyecto de demolición de las playas de peaje: se incluyen tanto las instalaciones que hace falta desmantelar y/o demoler, como el acondicionamiento preciso de las instalaciones existentes. adaptadas a las nuevas circunstancias.
- Control y vigilancia de las obras. apoyo a /os servicios de ayuda a la vialidad y mantenimiento ordinario.
Por otra parte, al objeto de atender las necesidades no aplazables de mantenimiento y/o conservación de la infraestructura, se precisa la definición y ejecución, tanto de operaciones como de unidades propias de conservación integral ordinaria (saneo de taludes en los que haya amenaza de desprendimientos, restitución de las condiciones de visibilidad, segado y limpieza de vegetación, barrido de la calzada y retirada de obstáculos, recogida de animales muertos, reparación del firme. limpieza de obras de drenaje, reparación de la malla de cerramiento, reparación de sistemas de contención de vehículos etc.).